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giovedì 17 ottobre 2013

LA MUERTE DE MINOS EN SICILIA

de DANILO CARUSO

Entre los siglos VIII y VI a.C. emigraron en Sicilia numerosos grupos de Griegos los que llevaron su civilización en la isla poniéndose en contacto, y también estrellándose, con los viejos habitantes, Sicanos y Sículos. Se contaba en la antigüedad que Minos, personaje perteneciente más a las leyendas griegas que a la historia, fue asesinado aquí en precedencia por un rey sicano, Cócalo, y que después hubiera sido sucesivamente enterrado en un punto sobre que surgió un templo de Afrodita.
La mitología cuenta que Dédalo, huido de Creta, encontrara hospitalidad en Sicilia cerca de Cócalo pero el mítico soberano cretese que lo persigía para hacerse justicia del episodio del Minotauro lo localiza. El talassócrata acepta imprudentemente una invitación del Sicano a su peñón de Camico, y aquí es matado durante un baño junto a las hijas de él. Terón, tirano de Agrigento entre el 489 y el 472 a.C., reanudó la historia de la matanza de Minos y la utilizó para conquista: el mito fue construido por los Agrigentini para agregar una faja territorial más allá de los sus confines y de fundamental importancia defensiva.
Terón tomó a pretexto de su acción militar el hecho de querer vengar al rey de Creta. Según la tesis de mí elaborada, expuesta en mi ensayo “SICANIA / Il sito sicano di Colle Madore: dalla leggenda alla realtà (2004)”, el sacellum, con los entornos circunstante, del área arqueológica analizada, colocada a la periferia del Ayuntamiento de Lercara Friddi, representa lo que fue en pasado identificado como templo de Afrodita / sepulcro de Minos de que Diodoro Siculo luego habló en la “Biblioteca Histórica”: lo dejan entender la particular posición de la colina, la etimología del nombre, el análisis de los restos y el tipo de liturgia que allí se desarrollaba. El Madore y los Sicanos, que lo habitaron de tiempos remotos, asociándose, a partir de un milenio antes del nacimiento de Cristo, se encontraron comprimidos entre los Estados de dos nuevas ciudades griegas: Agrigento a sur y Himera a Norte.
La colina y su zona fueron neurálgicos de un punto de vista militar por el control de las regiones circunstantes. Esta colina se encontró en efecto limitrofe al dominio de Akragas, sobre una altura de la estratégica parteaguas de los ríos Torto y Platani, de cuyo se controlaban los caminos en dirección del Tirreno y del Mediterráneo. En un primer tiempo los Griegos de nadie de los dos partos ocuparon con la fuerza el área, más bien la mantuvieron neutral por la valorización de su templo dedicado a Afrodita. Estos espacios de confín además fueron caracterizados en la reflexión temática por la imagen del agua. El nombre Madore deriva del adjetivo griego madarós (mojado): el territorio alrededor de la colina fue llamado quizás la región de las aguas, lo hacen pensar la vecindad en los embalses fluviales y la presencia de faldas acuíferas. El hallazgo de un edículo, sobre cuyo es representado un hombre sentado al borde de una bañera (Minos), y de una jofaina para agua ritual – ambos procedentes del sacellum – además testimonian la importancia del agua como elemento de culto, en un contexto litúrgico caracterizado por ofertas sacrificales (thysía).
Los Acragantinos en un según momento creyeron actuar de modo diferente: invadir en armas una zona hecha neutral por motivaciones religiosas exigía una válida justificación para evitar la acusación de sacrilegio. Decir, con hipocresía, que el sepulcro de Minos estuviese sobre Colle (Colina) Madore, bajo el templo de Afrodita, dio la posibilidad de atacar porque afirmaban de quererlo vengar: y esto no les haría en apariencia culpable de una cosa injusta en los juicios de sus contemporáneos. Así haciendo el Madore, junto al entero territorio de Himera, cayó en las manos de Agrigento alrededor del 483 a.C.
Las excavaciones realizadas sobre este relieve (1995, 1998, 2004) por la Superintendencia a los bienes culturales de Palermo – después de la donación de Antonino Caruso al Ayuntamiento de Lercara Friddi de los primeros restos accidentalmente hallados en el 1992 – han llevado a la luz, además, el área sagrada en examen, situada en proximidad de la cima.
Significativos son partes de estatuitas de Demetra y una incisión en lengua púnica, conmemorativa de Astarte, que hace referencia, por analogía, al culto de Afrodita, cuya presencia sobre el Madore es sin duda probada por muchos restos: una estatuita acéfala de divinidad femenina que tiene en brazo a una liebre, animal sagrado a Afrodita, un trozo de escudilla con sobre el fondo reproducido una cruz gamada y una lámina adornadas por cabezas taurinas repujadas (se trata de claras representaciones figurativas a ella conectada).
A continuación de la simulada venganza de Terón es plausible la sustitución de Demetra a Afrodita, ambas diosas de la fecundidad, por el venir menos, a causa de la siguiente falta del tema del sepulcro, de la pareja Afrodite/Minos: la naturaleza era comparada con la figura femenina, luego Afrodita le equivalgía a Demetra. Otros restos, los fragmentos de las antefijas del templo, el modelo de choza a planta circular, etc., confirman mi estudio que también justifica la presencia de material importada de Himera como simple adquisición comercial, material que se introduzcía en una cultura influenciada por Akragas. Entre las láminas de bronce halladas una representa una divinidad femenina (o Afrodita o Demetra).
El espacio sacro de este templo de Afrodita vino parcialmente destruído, en el modo en que Diodoro Siculo cuenta, en el 483/482 a.C. por Terón de Agrigento (en realidad en lo que pudo aparecer un lugar suyo ipogeo no estaba la tumba minóica inventada por los Acragantinos sino un taller por la elaboración de los metales). En la primavera del 409 a.C. los Cartaginenses, los que ocuparon una parte occidental de Sicilia, destruyeron durante una guerra contra los Griegos, todo lo poblado de Colle Madore y su población pues se disperdío. Considerado el renombre del sitio he creído verosímil una visita del poeta Pindaro en el templo de Afrodita / sepulcro de Minos durante el período de su permanencia en Sicilia, 476/475 a.C., vistos sus relaciones con los Emmenides y la matriz aristocrática y conmemorativa de su poesía. Mi tesis es alternativa a una serie de otras cuatro localizaciones propuestas por otros estudiosos:  Eraclea Minoa, las tholoi de Sant’Angelo Muxaro, Licata, las Grutas de la Gurfa de Alia.
Se tiende generalmente a identificar el peñón sicano de Camico con Sant’Angelo Muxaro, pero eso no debería comportar que la falsa sepultura de Minos tenga que ser ubicada automáticamente en sus vecindades: no debe ser descuidado que en la realidad griega la elección del sitio del sepulcro y el relacionarse al mito fueron funcionales a la política expansiva agrigentina y no a la leyenda. Colle Madore presenta connotaciones adecuadas y no tiene importancia el hecho que está lejos de la costa, más bien cuenta que fuera colocado sobre el eje Sabucina-Polizzello, delimitación en el VI siglo a.C. del confín norteño del dominio acragantino.
Un escrito de principio del ’900 de G. Nicastro puso Camico a Sutera: la cumbre del Monte San Paolino, a cuyo pies se encuentra el país actual, es visible del Madore mirando hacia oriente. Las tholoi quedan siempre muy sugestivas, pero son funcionales al aspecto mítico de los hechos minóicos a diferencia de la historia de Agrigento y Terón más pertinente al análisis.
Sobre Colle Madore mi sistema diverge de una impostación formulada por el arqueólogo Stefano Vassallo que vincula este sitio a la influencia de Himera: en particular él interpreta el personaje del edículo mencionado como Eracle y además sostiene una etimología del árabe del topónimo Madore.


Danilo Caruso / SICANIA - Il sito sicano di Colle Madore: dalla leggenda alla realtà
(ensayo en pdf)

martedì 15 ottobre 2013

THE DEATH OF MINOS IN SICILY

by DANILO CARUSO

Beetwen the centuries VIII and VI b.C. numerous groups of Greeks emigrated in Sicily, those brought their civilization in the island coming into contact, and also clashing, with the old inhabitants (Sicanians and Siculians). They said in the antiquity that Minos, character belonging more to the Greek legends that to the history, he had been here in precedence killed by a sicanian king, Cocalus, and that after he had been buried in a point on which subsequently rose a temple of Aphrodite.
The mythology narrates that Daedalus, run away by Crete, found hospitality in Sicily beside Cocalus but the mythical cretan sovereign that pursued him to do justice to himself for the episode of the Minotaur tracks him. The thalassocrat unwisely accepts an invitation of the Sicanian to his fortress of Kamikos, and here he is killed during a bath together with his daughters. Theron, tyrant of Agrigento between 489 and 472 b.C., taken back the story of the killing of Minos and used it in order to conquest: the myth was built by the Agrigentinians to annex a territorial band beyond own confinements and with fundamental defensive importance.
Theron took like pretext of his military action the fact that he wants to avenge the cretan king. According to the thesis from me elaborated, exposed in my essay “SICANIA / Il sito sicano di Colle Madore: dalla leggenda alla realtà (2004)”, the sacellum (with the surrounding environments) of the archaeological area analyzed, set to the outskirts of the Commune of Lercara Friddi, represents what was in past identified as temple of Aphrodite / sepulchre of Minos about which Diodorus Siculus then spoke in his “Historical Library”: the particular position of the hill, the etymology of the name, the analysis of the finds and the type of liturgy that there unwound allow to intend it. The Madore and the Sicanianss, that lived in it for remote times, joining, beginning from a millennium before the birth of Christ, were crushed beetwen the States of two new greek cities: Agrigento to south and Himera to north.
The hill and its zone were neuralgic for a military point of view for the control of the surrounding regions. This hill was in fact closed to the dominion of Akragas, on an height of the strategic watershed of the rivers Torto and Platani, from which the ways in direction of the Tyrrhenian Sea and the Mediterranean were checked. At first the Greeks of none of the two parts occupied with the strength the area, rather they maintained it neutral through the exploitation of its temple devoted to Aphrodite. These spaces of border was besides characterized in the thematic reflection by the image of the water. The name Madore derives from the Greek adjective madarós (wet): the territory around the hill had perhaps called the region of the waters, the proximity to the river basins and the presence of aqueous strata make to think it. The recovery of an aedicule, on which a man is represented sat on the edge of a tub (Minos), and of a basin for lustral water – both coming from the sacellum – also testify the centrality of the water as cultual element, in a liturgical context characterized by sacrificial offers (thysía).
The Acragantinians in a second moment thought about acting in a different way: the invasion in weapons of a zone made neutral through religious motivations asked for a valid justification in order to avoid the accusation of sacrilege. They said, with hypocrisy, that the sepulchre of Minos was on Colle (Hill) Madore, under the temple of Aphrodite. It gave the possibility to attack because they affirmed to want to avenge him: and this would not have made them in appearance guilty of an unfair thing in the judgments of their contemporaries. By doing so the Madore (together with the whole territory of Himera) fell in the hands of Agrigento around 483 b.C.
The excavations conducted on this tract of land (1995, 1998 2004) by the Superintendence to the cultural heritage from Palermo – after the donation of Antonino Caruso to the Commune of Lercara Friddi of the first finds accidentally discoveries in 1992 – have brought to the light, besides, the sacred area in examination, situated in proximity of the top. Meaningful recoveries are parts of statuettes of Demeter and an incision in punic language (evocative of Astarte) recalling, for analogy, the cult of Aphrodite, whose presence on the Madore is without doubt proved by different recoveries: an acephalous statuette of female divinity that has in her arms a hare (sacred animal to Aphrodite), a piece of bowl with on the fund reproduced a swastika and a foil embellished by bull heads embossed worked (clear figurative representations to her connected).
As a consequence of the false revenge of Theron the substitution of Demeter to Aphrodite (both goddesses of the fertility) is possible, given the absence, because of the following lack of the theme of the sepulchre, of the couple Aphrodite/Minos: the nature was compared to the female figure, therefore Aphrodite was equivalent to Demeter. Other finds (the fragments of the antefisses of the temple, the model of hut with circular plan, etc.) confirm my study that also justifies the presence of material imported from Himera as simple commercial purchase, material that was inserted in a culture influenced by Akragas. Among the bronzy foils discovered one represents a female divinity (or Aphrodite or Demeter).
The sacred space of this temple of Aphrodite partially was destroyed, in the way according to which Diodorus Siculus tells, in 483/482 b.C. by Theron of Agrigento (in reality in what could appear his hypogeal place there was not the Minoan tomb invented by the Acragantinians, on the contrary a shop for the workmanship of the metals). In the spring of 409 b.C. the Carthaginians, which occupied a western part of Sicily, destroyed during a war against the Greek, the whole inhabited area of Colle Madore and its population therefore was dispersed. Considered the renown of the place I have believed possible a visit of the poet Pindar in the temple of Aphrodite / sepulchre of Minos during the period of his permanence in Sicily (476/475 b.C.), seen his relationships with the Emmenidians and the aristocratic and commemorative matrix of his poetry. My thesis is alternative to a series of other four locations proposed by other researchers: Eraclea Minoa, the tholoi of Sant’Angelo Muxaro, Licata, the Caves of the Gurfa of Alia.
The fortress sicanian of Kamikos was usually identified with Sant’Angelo Muxaro, but this should not involve that the pretense burial of Minos must automatically be situated in its proximities: in the Greek reality the choice of the site of the sepulchre and the connection with the myth were functional to the expansive agrigentinian politics and not to the legend. Colle Madore introduces suitable connotations and doesn’t matter the fact that is distant from the coast, rather what is more is that it was situated on the axle Sabucina-Polizzello delimiting in the VI century b.C. the northern border of the acragantinian dominion.
A study of the early nineteenth century of G. Nicastro set Kamikos at Sutera: the summit of the mountain San (St.) Paolino (to whose feet the modern country is placed) is visible from the Madore looking toward east. The tholoi are always very suggestive, but they are functional to the mythical aspect of the minoan stories unlike the history of Agrigento and Theron more pertinent to the analysis.
With regard to Colle Madore my system diverges from a formulation elaborated by the archaeologist Stefano Vassallo that connects this site to the influence of Himera: particularly he interprets the person of the aedicule above mentioned as Heracles and moreover sustains an etymology from the arab language of the place-name Madore.


Danilo Caruso / SICANIA - Il sito sicano di Colle Madore: dalla leggenda alla realtà
(essay in pdf)

domenica 4 agosto 2013

FRA VITALE LINO DA CASTRONOVO DI SICILIA

di DANILO CARUSO 

Il primo nucleo di frati francescani che si impiantò in Sicilia nel 1533 lo fece a Castronovo, dove costruì un convento collegato alla già esistente chiesa di san Nicola da Bari, sita nell’omonima contrada a un paio di chilometri dal paese.
La sede odierna dei cappuccini (che annette la chiesetta di santa Maria la Bagnara) è del 1625, ed è sorta dopo l’abbandono dell’originaria perché posta fuori dell’abitato con conseguenti disagi.
Nel periodo intermedio dal 1578 ci fu la costruzione di un altro convento, la cui struttura nel 1868 è divenuta sede di rappresentanza del Comune.
Fra Vitale, al secolo Francesco Lino (figlio di Vitale e Petronilla), di famiglia contadina, venne al mondo il 13 settembre 1868 a Castronovo (fu battezzato da Don Domenico Nocera).
Durante la fanciullezza, prima e dopo il lavoro, e oltre, nel tempo disponibile, era solito appartarsi in preghiera presso qualche edificio sacro.
A diciotto anni entrò come studente nel convento francescano di Palermo con l’appoggio dell’arciprete Traina.
Sul terminare del 1891 l’arcivescovo di Palermo, Cardinale Celesia, lo riteneva predisposto per l’ordinazione sacerdotale, ma con l’assunzione dell’abito cappuccino nel giorno dell’Immacolata (8 dicembre 1891) iniziò per lui il periodo da novizio a Caccamo (dove rimarrà fino al 1906): alla fine del 1892 prese i voti semplici e alla fine del 1895 fece la professione di adesione alla regola.
Sino al 1914, anno in cui fu trasferito stabilmente a Castronovo, stette in vari conventi per diversi periodi (Salemi, Caccamo, Sutera, Castronovo).
Nel convento del paese natio fu custode della dispensa e questuante, viene inoltre ricordato molto incline alla pia pratica della preghiera.
Sin d’allora s’impegnò affinché quella sede venisse restaurata: la sua iniziativa di sensibilizzazione permise di concludere quest’opera nel 1932.
Nel 1951 si recò a Roma con altri confratelli in occasione della canonizzazione del francescano sant’Ignazio di Laconi (1701-81).
La figura di fra Vitale era avvolta da un alone di santità grazie alla sua capacità di operare prodigiosamente e di inserirsi nelle vicissitudini umane e darvi una soluzione: utilizzava come “farmaco” la “pulisicchia”, ossia dei santini (della Madonna o di san Francesco d’Assisi), al cui dono per il soggetto bisognoso accompagnava delle preghiere.
In seguito a questa lodevole attività si guadagnò una fama di taumaturgo; in diversi casi intervenne con successo in favore di chi aveva problemi vari: con la salute personale, con la campagna, con le bestie, etc.
Un cugino di fra Vitale – Luigi Lino – andò a risiedere a Lercara nel periodo anni ’20 / anni ’50 in via Maria Santissima di Costantinopoli; costui qui aprì una bottega per il commercio tessile, passata poi a uno dei quattro figli, Vitale, che era sarto.
Anche per questo motivo fra Vitale si recava sovente a Lercara per la questua.
Era nei suoi desideri l’erezione qui di un convento – che purtroppo non sorse mai – di frati francescani, unito alla chiesa intitolata a santa Rosalia.
Soleva pure ogni tanto prendere parte alle manifestazioni religiose di Lercara.
Si spense il 13 febbraio 1960 a Palermo nel cui convento si trovava.
La salma fu tumulata a Palermo nel cimitero dei cappuccini, nel 1986 fu traslata in quello di Castronovo, e infine nel 1998 vi è stata la traslazione nei locali del convento.

IL SERVO DI DIO PIETRO DI VITALE

di DANILO CARUSO 

Pietro Di Vitale, sesto di otto fratelli – di cui due morti prima della sua nascita – venne al mondo il 14 dicembre 1916 a Castronovo di Sicilia, da Vitale e Anna Scimeca, in una modesta famiglia di contadini ma di solide tradizioni cristiane.
Venne battezzato il 21 dicembre e ricevette l’unzione crismale il 2 maggio 1921.
Entrò nella scuola elementare, sostenuto da una particolare intelligenza, nell’anno scolastico 1922-23.
Di profonda buona indole sin dall’infanzia in quegli anni fece il chierichetto alla Chiesa Madre della Santissima Trinità con uno zelo che era presago della sua vocazione sacerdotale (uno zio e una zia materni erano entrati in convento).
A causa della disagiata situazione economica della sua famiglia nel 1926 dovette interrompere la frequenza della scuola, ma in campagna dove badava alle mucche portava con sé i libri su cui studiava.
L’ambiente castronovese, oltre al clima familiare, con la presenza dei cappuccini fu di ulteriore stimolo alla maturazione spirituale del servo di Dio: nella sua breve esistenza ebbe contatti tra gli altri con fra Vitale Lino (1868-1960) morto in fama di santità.
Nel 1930 Pietro Di Vitale manifestò alla zia suora il proprio desiderio di aderire alla vita religiosa, e con il di lei sostegno e l’aiuto economico di amici per pagare la retta del seminario vi entrò l’anno successivo, dopo che l’arciprete di Castronovo Calogero Reina lo aiutò a completare gli studi elementari e lo avviò per quelli seminarili.
In quel periodo si iscrisse all’Azione cattolica castronovese (che frequentò nei suoi ritorni in paese suscitando apprezzamento) e divenne pure terziario francescano.
Entrato in seminario (l’otto dicembre 1931 aveva vestito nella rituale cerimonia la veste talare) ottenne per concorso una borsa di studio: costante obiettivo fu l’adeguamento della sua persona al progetto di santificazione che Dio ha in serbo per ogni uomo, perseguito con semplicità e vigore.
Sempre zelante nella sua condotta e ottimo conoscitore del latino ottenne, con altri seminaristi, in premio la possibilità di recarsi a Roma nell’Anno santo straordinario del 1933.
Fu dedito allo studio, nel suo diario personale scriveva: «Il Signore mi ha dato una intelligenza aperta e una volontà energica, un giorno di questi doni dovrò rendergli strettissimo conto; perciò bisogna che ne faccia buon uso col farmi santo e dotto per la sua gloria».
Ben presto divenne oggetto dell’ammirazione dei superiori e del rispetto degli altri compagni.
Verso la fine del 1933 passò dal seminario minore a quello maggiore.
Di ritorno per le non molto lunghe vacanze si prestava a Castronovo a opere di carità per i più bisognosi e di sensibilizzazione del prossimo ai valori della fede con particolare predilezione per i fanciulli in uno spirito di letizia francescana durato anche quando la malattia non gli permise più di allontanarsi da casa.
Ebbe una intensa devozione verso il Santissimo Sacramento e la Madonna: si tramanda che durante le sue estasi di preghiera nella sacrestia della Matrice di Castronovo si sollevasse da terra.
Nel 1934 si presentarono sintomi di malattia allo stomaco, che lo condurrà alla morte, e che lo costrinse nel tempo a ritornare diverse volte a casa per soggiorni di riposo più protratti.
Nel ’37 il servo di Dio Pietro Di Vitale ebbe temporaneamente, tramite Padre Giuseppe Germanà, un guanto di san Pio da Pietralcina, a cui era stata rivolta richiesta di intercessione in favore del suo recupero.
In questi anni al seminario venne preposto in infermeria come aiutante al fine di esentarlo da tutti gli obblighi cui, a causa della malattia, era impedito di attendere.
Molto debilitato finì per fare definitivo ritorno a Castronovo, recandosi a Palermo qualche volta per delle visite mediche.
Morì nella propria abitazione il 29 gennaio 1940, le sue ultime parole, rivolto alla madre, furono: «Mamma, viva Gesù e Maria!».
Il giorno seguente il suo corpo non manifestava i segni del rigor mortis, e i medici verificarono, ma invano, di un possibile caso di apparente decesso.
L’omaggio alla salma della gente castronovese fu così grande che questa fu trasportata nella chiesa di san Sebastiano.
Le esequie furono celebrate il 30 nella chiesa di san Francesco d’Assisi, per l’indisponibilità della matrice, alla presenza di molte delegazioni (tra cui quella del seminario).
Si racconta che quel giorno e in quella circostanza fossero caduti petali dal cielo.
Le spoglie vennero deposte in un loculo offerto dall’Opera castronovese dopolavoro tra quelli del gruppo riservato ai propri iscritti.
Il resti mortali del servo di Dio furono riesumati il 9 maggio 1986 e traslati il 14 dicembre nella Chiesa Madre della Santissima Trinità (dopo un passaggio nella sepoltura gentilizia dei Tramontana).
La causa di beatificazione di Pietro Di Vitale è stata aperta il 6 marzo 1987: nel 1997 si è chiuso il processo diocesano col passaggio alla seconda fase in Vaticano alla Congregazione per le cause dei santi.

SAN VITALE DA CASTRONOVO DI SICILIA

di DANILO CARUSO

San Vitale venne al mondo a Kars-nubu (una Castronovo di Sicilia di epoca islamica) nei primi anni del 900: padre Sergio de Mennita, madre Crisonica.
La sua famiglia era di origine bizantina, ricca e di alto lignaggio.
Fu battezzato nell’allora chiesa madre di Maria Santissima dell’Udienza e educato nella fede da precettori ecclesiastici di rito greco: in quell’ambiente isolano, al tempo della dominazione araba, i Cristiani usufruivano di una certa autonomia negli affari religiosi.
Maturò però in lui, non interessato agli studi, un’inclinazione spirituale che lo portò intorno al 950 a mettere da parte tutto ciò che era benessere e a ritirarsi nel monastero dei monaci basiliani – intitolato a san Filippo – ad Agira (in provincia di Enna): qui indossò la veste religiosa.
Vi rimase cinque anni dedicandosi quotidianamente con eccellente impegno alle pie pratiche religiose e lavorative.
Dopo questo quinquennio con una delegazione di confratelli si recò pellegrino a Roma presso i luoghi sacri.
Durante il viaggio, all’altezza di Terracina (in Campania), un serpente velenoso lo morse, ma riuscì a salvarsi miracolosamente facendo un segno di croce sulla ferita.
Dopo il pellegrinaggio, sulla via di casa, scelse di non rientrare in convento, e di fermarsi come eremita in Calabria su un’altura in località di Santa Severina: questa esperienza di ascesi durò due anni.
Nei successivi dodici anni stette in un imprecisato cenobio siciliano, che seguiva la regola basiliana, a perfezionare l’esercizio delle sue virtù.
Terminata quest’altra fase del suo percorso sentì il richiamo dei territori incontaminati calabresi che si offrivano alla vita degli anacoreti.
Trovò quindi sede su un fianco del monte Lipirachi.
In queste zone conobbe l’abate del convento di Locri, come lui proteso al distacco dalla mondanità attraverso la preghiera e il rigore (san Vitale gli ebbe a rivolgere fecondi ammaestramenti).
Andò successivamente a risiedere in un luogo solitario nella regione di Capo Spulico che dà sul mare, la quale per il suo isolamento si prestava a dare ospitalità peraltro a criminali.
Qui san Vitale riportò un clima di pace e di cordialità, e i residenti in quelle terre a Roseto vollero erigere riconoscenti una chiesa dedicandola a san Basilio.
Di questo periodo si tramanda anche il miracolo in cui egli pregò in favore dei raccolti minacciati da un’inondazione, la quale così invece alla fine diede frutti benefici.
In quegli anni cambiò più volte luogo d’eremitaggio (monte Rapparo, Sant’Angelo d’Asprono, monte San Giuliano).
Tornò dunque, temprato nello spirito, in alcuni cenobi, anche se per poco tempo, poiché la sua vocazione lo spingeva ad ascoltare il Signore nella quiete della solitudine.
Si stabilì perciò in un antro nelle vicinanze di Armento (in Basilicata) dove divenne proverbiale la sua familiarità con gli animali; una piccola composizione popolare  castronovese così recitava: «SANTU VITALI / FEDDA DI PANI / E DI LU RIESTU / NNI DUNA A LI CANI».
In diverse circostanze si rivolse, con esito positivo, a Dio chiedendogli di porre rimedio a bisogni più o meno gravi.
Gli eventi miracolosi legati alla sua vita proseguirono quando il governatore della provincia bizantina di Bari lo fece convocare, data la sua fama, per conoscerlo.
Con due religiosi che lo accompagnarono si recò da costui: lo confessò, e si adoperò pure durante quel soggiorno affinché un violentissimo temporale non arrecasse danni.
Lasciata Bari si mise all’opera per rimediare alla distruzione, attuata dai Musulmani, del monastero e della chiesa dei santi Adriano e Natalia: questo punto divenne un grande riferimento per i fedeli che nell’azione di san Vitale vedevano l’impronta della santità.
Verso la fine del secolo questo convento fu preso di mira dagli invasori islamici per essere depredato.
I confratelli di san Vitale temendo il peggio si misero in salvo fuggendo, lui rimase ad affrontarli: quando uno dei musulmani stava per ucciderlo questo fu colpito da un fulmine che gli fece cadere la scimitarra e si accasciò vittima di un’improvvisa sofferenza.
San Vitale fece sì che il suo attentatore guarisse, e che altresì, ammonendoli, gli aggressori si ritirassero da quelle terre.
Chi gli si rivolgeva con animo sincero era sempre ben accolto e raccomandato all’assistenza della grazia divina (come, per esempio, un uomo che ottenne di avere figli), e in particolar modo chi era caduto nell’errore aveva l’occasione di emendarsi e di liberarsi dalla sua punizione (come, in un altro esempio, la mentitrice che aveva pronunciato a sproposito il nome di Dio).
San Vitale applicò appieno la norma evangelica dell’amore universale, specialmente nei confronti dei peccatori per il fatto che considerava più importante il momento del recupero che quello della penitenza in sé e per sé.
Negli ultimi anni della sua esistenza terrena diede vita a due monasteri lucani: quello di Torri (con l’aiuto del nipote, il beato Elia, di origine castronovese pure lui, e che contemporaneamente allo zio si era fatto monaco ritirandosi allora nel cenobio basiliano a pochi chilometri da Castronovo in contrada Melia) e quello di Rapolla (monasteri che furono le ultime due sue dimore).
L’abitato di Castronovo di Sant’Andrea, in provincia di Potenza, vicino ad Armento, deve a san Vitale la sua fondazione, e la sua denominazione, essendo egli memore della città natia (la specificazione “di Sant’Andrea” fu aggiunta secoli dopo).
Si spense il 9 marzo 994, dopo aver indicato il nuovo abate: la sua salma fu tumulata inizialmente nella chiesa del convento in cui morì, nel 1024 fu traslata in quella di un altro cenobio (a Guardia Perticara, il cui abate era il nipote Elia), da qui fu spostata a Torri (per proteggerla dagli assalti dei Musulmani) e poi ad Armento (per volontà del feudatario di quel territorio che la fece collocare a latere di quella di san Luca di Demenna), entrambi furono posti poi a Tricarico (in provincia di Matera) nella cattedrale.
Un trittico quattrocentesco con questi due santi e in mezzo la Vergine si trova nel duomo di Armento.
In ultimo i resti di san Vitale ritornarono ad Armento, dove sono custoditi dentro una teca recante la scritta “SANCTI VITALIS RELIQUIAE” (in questo paese nell’anno della sua morte fu eretto un convento di monaci basiliani).
Una sua prima biografia, opera redatta da un monaco basiliano suo contemporaneo, in greco antico su pergamene andate perse, venne ritrovata nel monastero di Armento: questo testo fu, un secolo dopo la scomparsa del santo, tradotto in latino: la versione in tale lingua è l’unica rimasta.
In Sicilia la notizia che avessero un concittadino elevato all’onore degli altari giunse ai Castronovesi da Armento con notevole ritardo nel 1660/70, tuttavia non tardarono a dedicargli una chiesa (già aperta nel 1671), a ottenere qualche reliquia e a eleggerlo loro patrono al posto di san Giorgio (6 settembre 1704).
Successivamente, dal ’700, si tramanda in Castronovo che san Vitale venuto in sogno a un lavoratore del legno e al proprietario di un certo olivo avesse chiesto di realizzargli un simulacro: l’opera, di Antonino Giordano, è custodita nella chiesa del santo.
San Vitale è patrono di Armento (PZ) e di Castronovo di Sicilia, paesi gemellati; viene festeggiato in entrambi il 9 marzo, e in più a Castronovo a inizio del mese di agosto.
In passato l’otto marzo i Castronovesi festeggiavano pure il beato Elia nipote di san Vitale.

IL SERVO DI DIO FRANCESCO PAOLO GRAVINA

di DANILO CARUSO
  
Francesco Paolo Gravina, principe di Palagonia e di Lercara Friddi, nacque nel 1800 a Palermo. Sua madre, Provvidenza Gravina e Gaetani (1774-1805), aveva sposato lo zio, Salvatore Gravina e Cottone (1742-1826), per garantire ai Gravina la continuità del titolo di principe (concesso nel ’600), poiché figlia unica di Ferdinando Francesco II: una norma testamentaria di Ignazio Sebastiano Gravina aveva creato questo meccanismo in previsione. Fu l’ultimogenito della coppia, dopo due gemelli nati morti e quattro sorelle nate tra il 1792 e il 1797 (Agata, Francesca Paola, Giulia, Gioacchina: la prima sposerà Vincenzo Grifeo principe di Partanna, le altre si monacheranno).
La sua famiglia, proveniente dalla Puglia e presente in Sicilia dal 1300, coltivava una devozione per il santo di Paola: infatti il suo nome fu esattamente Francesco di Paola Ferdinando […] Gravina. La sua educazione fu improntata agli insegnamenti della Chiesa Cattolica: sarà sempre un cristiano nella fede e nelle opere.
Ebbe una giovinezza spensierata appartenendo a una famiglia tra le più influenti dell’isola (Palazzo Comitini sede in passato della prefettura di Palermo e ora della provincia apparteneva ai Gravina). Il padre di Francesco nei fatti non godeva del titolo di principe, ma nel loro palazzo residenziale la servitù e gli altri si rivolgevano a lui come tale. Durante l’epoca napoleonica i Gravina ospitarono tra gli altri Inglesi l’ammiraglio Nelson. Allora la corte borbonica si era trasferita a Palermo (a Napoli c’era Giuseppe Bonaparte), e per loro fu un periodo di particolare fulgore.
Francesco Paolo Gravina sposò nel 1819 la coetanea Maria Nicoletta Filangeri, figlia del principe di Cutò, la quale finì però ben presto per tradirlo con Francesco Paolo Notarbartolo, figlio del principe di Sciara (di quattr’anni più giovane di lei). Non appena la notizia, che fermentava lentamente, si diffuse a Palermo fu uno scandalo: nel 1829 il principe, che nel frattempo aveva adottato la misura di dormire in un camera per sé, raggiunto il limite dell’umana e cristiana sopportazione, ordinò all’usciere di casa di rispedire al mittente la consorte di ritorno una notte. Lei ritornò indietro volentieri. Non si sarebbero più rivisti.
Dopo la sua morte (il principe lascerà nel testamento la disposizione per messe in suffragio di entrambi) lei sposerà religiosamente il Notarbartolo. Inizialmente la nuova condizione fu per lui difficile da affrontare: si ritirò a meditare sul da farsi, aveva quasi trent’anni.
Due erano le strade che aveva di fronte: divorziare, rifarsi una vita e una famiglia per garantire quel meccanismo di successione (dalla moglie non aveva avuto figli) artificiosamente aggirato in precedenza; oppure rimanere coerenti in Cristo e aprirsi a nuove prospettive. Prevalse questa seconda via, il Gravina non volle mai divorziare conformemente agli insegnamenti del Vangelo: ciò gli ha meritato l’appellativo di ultimo principe. Iniziò il suo apostolato di carità e beneficenza quasi in sordina a Palermo. Tutti i suoi immobili diverranno a poco a poco centri di accoglienza per i poveri, gli emarginati e i diseredati.
Divenne in breve tempo noto per il suo attivismo nella testimonianza dei principi cristiani. Dopo essere stato sindaco (chiamato allora pretore)  di Palermo (1832-1834), gli fu affidata l’emergenza colera, che esploderà in Sicilia negli anni ’36-’37, nel capoluogo isolano, emergenza che superò tramite la creazione del Deposito di Mendicità, un ente per il ricovero degli indigenti. Nel 1839 divenne responsabile del Reale Albergo dei Poveri, un altro ente di concentramento, stavolta pubblico.
Nel suo palazzo che aveva destinato pure a struttura di accoglienza, alloggiava in una stanza vicino al suo segretario. La sua giornata trascorreva sovrintendendo ai suoi ricoveri.
Nel 1837 richiese e ottenne per il Deposito di Mendicità il distaccamento di un gruppo di suore; e nel 1847 ci sarà la concessione ecclesiastica della regola per il nuovo ordine delle Suore di Carità del Principe di Palagonia (lui le aveva effettivamente chiamate di san Vincenzo de’ Paoli). E’ stato sinora l’unico laico a istituire un ordine religioso. Rimarrà suo sogno non esaudito quello di poter istituire un analogo ordine maschile per la mancata disponibilità di frati.
Il principe si era distinto anche a Lercara per il sostegno che dava alla popolazione bisognosa (in particolar modo durante l’epidemia colerica del ’37), e per la difesa dell’ambiente e della salute dell’intera comunità in relazione alla questione della lavorazione dello zolfo. Qui possedeva una miniera, dei terreni e alcuni edifici. Tra gli altri: l’attuale Sala Principe di Palagonia (ex cineteatro) all’epoca da lui affidata a una compagnia di attori, e Palazzo Palagonia sede attualmente del comune, immobili (entrambi allora dei magazzini) che dopo la sua morte furono acquisiti dal comune di Lercara. Era solito venirvi ogni tanto, ma durante una sua visita, l’otto maggio 1849, fu assalito dalla folla e non vi mise più piede, non tralasciando però di avere ancora per Lercara una certa considerazione, nonostante l’amaro episodio, nelle sue opere di carità che avevano come centro Palermo.
La rivoluzione antiborbonica del ’48 lo vide schierato all’interno del parlamento siciliano (era membro della camera dei pari) in favore dell’indipendenza dell’isola. I Borboni ritorneranno nel ’49, ma lui per intima coerenza non farà abiura di quell’atto, a differenza di molti altri opportunisti, il che gli alienò le simpatie della corona. Il principe morì all’età di 54 anni: per le sue  esequie volle che la sua salma fosse vestita di un saio ed essere trasportato col capo appoggiato a una tegola come san Francesco: il giorno del suo funerale una folla enorme lo seguiva. La salma deposta nella chiesa di Baida fuori Palermo è stata traslata nel 1958 nella Casa madre delle Suore di Carità. Nel 1990 il cardinale, allora arcivescovo di Palermo, Pappalardo ha dato il via alla sua causa di beatificazione.

venerdì 26 luglio 2013

IL GIUSTIZIALISMO PERONISTA

di DANILO CARUSO


indice 
1.1. L’IDEOLOGIA DELLA TERCERA POSICIÓN
1.2. LA FONDAZIONE “EVA PERÓN”
2.1. CANTI DEL GIUSTIZIALISMO: “EVITA CAPITANA” E “LA MARCIA PERONISTA” 
2.2. “A PRANZO CON EVITA”, CANZONE DEL QUARTETTO CETRA 



1.1. L’IDEOLOGIA DELLA TERCERA POSICIÓN 


Donde existe una necesidad nace un derecho

EVA PERÓN 


Il justicialismo è un sistema di pensiero politico formatosi in Argentina negli anni ’40 a opera del generale Juan Domingo Perón (1895-1974): quand’era ancora colonnello era stato in Italia ed era rimasto colpito dagli esperimenti e dalla dottrina sociale fascisti. Il golpe militare del 1943 sostenuto da ufficiali progressisti, di cui lui faceva parte, destituì un governo argentino che era controllato dall’oligarchia conservatrice borghese che controllava il paese attraverso i grandi latifondi e le grandi imprese, e che lo aveva posto alla mercé del capitale inglese e americano. Perón (che qualcuno pensò fosse diventato comunista), avendo avuto nel nuovo regime la responsabilità delle politiche del lavoro, avviò una serie di significative misure, in collaborazione con l’altro colonnello Mercante (figura considerevole del primo peronismo), a difesa della classe lavoratrice: creazione dei tribunali del lavoro, stipula di contratti collettivi di lavoro, aumenti salariali, indennità di licenziamento, statuti del bracciante agricolo e del giornalista, regolamentazioni delle associazioni professionali, unificazione del sistema di previdenza sociale, pensioni, creazione dell’ospedale per i ferroviari, scuole tecniche per operai, proibizione di agenzie di collocamento private. Le condizioni della classe operaia e bracciantile argentina cambiarono a tal punto che a causa della sua popolarità il governo allarmato lo fece arrestare nell’ottobre del ’45 (allora era vicepresidente della repubblica, ministro della difesa, segretario al lavoro). La colossale mobilitazione di popolo promossa dai sindacati peronisti costrinse la dittatura a rimettere in libertà Perón e a garantire libere elezioni. Una marea di Argentini davanti alla Casa rosada in Plaza de mayo a Buenos Aires gridava a ripetizione: «Queremos a Perón!!!». Il quale il 17 ottobre (celebrato nel peronismo come el día de la lealtad) parlò dal balcone del palazzo presidenziale rassicurando tutti. Le elezioni si tennero nel febbraio del ’46 (il sistema amministrativo argentino ricalca quello statunitense): a suffragio maschile vinse Perón, senza brogli e senza raccogliere una maggioranza bulgara, per circa 1.500.000 voti contro 1.200.000. Aveva avuto contro uno schieramento di partiti che andava dalla sinistra alla destra, sostenuto dagli USA e dagli Inglesi che perderanno il controllo economico e politico dell’Argentina. Durante il governo peronista, accanto al quale fu Evita (1919-1952), moglie del presidente e infaticabile portabandiera degli umili e dei diseredati (abanderada de los humildes), il paese fu modernizzato sotto tutti i punti di vista. Perón attuò un programma che diede tanti risultati: nazionalizzazioni di servizi pubblici (ferrovia, telefonia, servizi del gas, etc.) e gestione statale del commercio estero in modo da liberarsi da condizionamenti stranieri; nazionalizzazione della banca nazionale e divieto di esportare i capitali per difendere lo sviluppo economico interno; case, infrastrutture (reti idriche e fognarie, etc.); politiche sanitarie (assistenza gratuita, aumento dei posti letto, campagne mediche contro malattie); diminuzione della mortalità infantile e innalzamento del periodo medio di vita; comparsa della televisione (Televisión Radio Belgrano, oggi Canal 7); gratuità dell’istruzione, abolizione delle tasse universitarie, creazione dell’Università operaia, aumento del tasso di scolarizzazione; aumenti salariali, partecipazione agli utili d’impresa da parte dei lavoratori, periodi di vacanza per le loro famiglie a carico dello Stato; riforma agraria; politiche contro la disoccupazione; pensioni; etc.
Unitamente, la FUNDACIÓN EVA PERÓN, da Evita stessa diretta, operò meritevolmente su vasta scala per sollevare gli indigenti dal bisogno producendo molto: costruzione di ospedali, asili, scuole, colonie di vacanza, abitazioni, strutture di accoglienza per bambini, donne nubili, impiegate, anziani; promozione della donna, scuole per infermiere; borse di studio, sport per i giovani; aiuti alle famiglie più povere; etc.
Unitamente, la FUNDACIÓN EVA PERÓN, da Evita stessa diretta, operò meritevolmente su vasta scala per sollevare gli indigenti dal bisogno producendo molto: costruzione di ospedali, asili, scuole, colonie di vacanza, abitazioni, strutture di accoglienza per bambini, donne nubili, impiegate, anziani; promozione della donna, scuole per infermiere; borse di studio, sport per i giovani; aiuti alle famiglie più povere; etc.
Alcuni ne parlano come una macchina clientelare: perché aiutare il prossimo deve diventare clientelismo? E poi quale clientelismo nell’aiutare pure popolazioni estere sudamericane colpite da terremoti o persino il neonato Stato d’Israele? Qui, riguardo a Israele, è opportuno soffermarsi poiché l’Argentina ospitò nell’ultimo dopoguerra criminali nazisti in fuga: il peronismo non era razzista né tanto meno antisemita; l’ospitalità garantita ai criminali di guerra (cosa che costituisce una macchia non ideologica) era un fenomeno precedente l’elezione di Perón alla presidenza. Costoro furono protetti in un contesto che è più ampio, un contesto in cui l’Occidente li riciclava in funzione anticomunista (uno di loro in Usa fu addirittura dirigente della CIA) e in cui gli storici parlano anche di responsabilità del Vaticano come centrale di smistamento. In Argentina (che già godeva di proprie grandi risorse) i Tedeschi portarono capitali imprenditoriali e non: averli protetti dalla giustizia internazionale dato che i militari argentini erano ammiratori di quelli tedeschi (non in quanto nazisti) è stato un errore di Perón e di tutto l’Occidente. I nazisti non condizionarono il peronismo: sennò perché nel 1951 Golda Meir, allora ministro del lavoro israeliano, si sarebbe recata in Sud America per ringraziare personalmente Eva Perón dei summenzionati aiuti della fondazione? Questa storia dei nazisti, di cui si seppe meglio quando il presidente giustizialista Menem fece aprire gli archivi nel ’92 è a metà strada tra opportunismo e ammirazione formale. Non ritorna a onore di Perón, ma non gli è interamente addebitabile poiché il regime del 1943-46 non era guidato da lui (lui era emerso nettamente nel ’44). La situazione che successivamente si trovò (e contro cui non intervenne) era condizionata pure dal sostegno che ricercava presso la Chiesa, coinvolta a detta degli storici nella faccenda. Il giustizialismo persegue la tercera posición tra il socialismo e il capitalismo, si propone di conciliare tutte le classi sociali senza antagonismi e senza presentarsi come ideologia antagonista di altre: sia la dottrina sociale della Chiesa che il fascismo hanno espresso questo concetto di terza via. Nel justicialismo l’economia è strumento del benessere collettivo e perciò deve sottostare al controllo e alla regolamentazione pubblici pur rimanendo in una condizione di libero mercato. Un’assemblea costituente, presieduta da Domingo Mercante, nel 1949 elaborò una nuova costituzione che incorporava i principi del giustizialismo. In particolare l’articolo 37 costituzionalizzava i diritti dei lavoratori (diritto al lavoro, a una giusta retribuzione, alla formazione, a condizioni di lavoro degne, alla preservazione della salute, al benessere, alla sicurezza sociale, alla protezione della propria famiglia, al miglioramento economico, alla difesa degli interessi professionali), i diritti della famiglia e i diritti degli anziani (elenco provenuto dal Decálogo de la ancianidad proclamato precedentemente da Evita: diritto all’assistenza, alla casa, all’alimentazione, al vestito, alla cura della salute fisica e morale, allo svago, al lavoro, alla tranquillità, al rispetto). Questo che segue è il manifesto del Partido justicialista con i suoi venti punti così come furono enunziati nel 1950 da Perón. 

1 - La vera democrazia è quella in cui il governo compie la volontà del popolo e difende un solo interesse: quello del popolo.
2 - Il peronismo è essenzialmente popolare. Ogni fazione politica è antipopolare e pertanto non è peronista.
3 - Il peronista lavora per il movimento. Colui che in nome del partito serve una fazione o un caudillo è peronista soltanto di nome.
4 - Per il peronismo c’è soltanto una classe di uomini: quella degli uomini che lavorano.
5 - Nella nuova Argentina il lavoro è un diritto che dà dignità all’uomo, ed è un dovere perché è giusto che produca almeno quanto consuma.
6 - Per un peronista non vi può essere niente di meglio di un altro peronista.
7 - Nessun peronista deve sentirsi di più di quello che è, né meno di quello che può essere. Quando un peronista comincia a sentirsi superiore a quello che è, sta già trasformandosi in un oligarca.
8 - Nell’azione politica, la scala dei valori di ciascun peronista è la seguente: prima la patria, poi il movimento e infine gli uomini.
9 - Per noi la politica non è un fine ma soltanto un mezzo per il bene della patria che è costituito dalla prosperità dei suoi figli e dalla sua grandezza nazionale.
10 - Le due braccia del peronismo sono la giustizia sociale e l’assistenza sociale. Con esse diamo al popolo un abbraccio di giustizia e di amore.
11 - Il peronismo aspira all’unità nazionale e non alla lotta. Desidera eroi ma non martiri.
12 - Nella nuova Argentina gli unici privilegiati sono i bambini.
13 - Un governo senza dottrina è come un corpo senz’anima. Perciò il peronismo ha una sua propria dottrina politica, economica e sociale: il giustizialismo.
14 - Il giustizialismo è una nuova concezione della vita, semplice, pratica, popolare, profondamente cristiana e profondamente umanista.
15 - Il giustizialismo, come dottrina politica, realizza l’equilibrio dell’individuo con quello della comunità.
16 - Il giustizialismo, come dottrina economica realizza l’economia sociale, mettendo il capitale al servizio dell’economia e quest’ultima al servizio del benessere sociale.
17 - Il giustizialismo, come dottrina sociale, realizza la giustizia sociale che dà a ciascuno il suo diritto in funzione sociale.
18 - Vogliamo un’Argentina socialmente giusta, economicamente libera e politicamente sovrana.
19 - Costruiamo un governo centralizzato, uno Stato organizzato e un popolo libero.
20 - In questo paese ciò che abbiamo di meglio è il popolo. 

L’evitismo fu nel justicialismo una componente integrante determinante che spinse ancor di più verso il raggiungimento dei frutti raccolti. La figura di Mercante cadde nell’oblio dopo il suo fallito tentativo di succedere a Perón nel novembre del ’51. Il generale sarà rieletto a suffragio universale con circa 4.600.000 voti contro 2.300.000. Nel frattempo le donne, grazie all’instancabile impegno di Evita, avevano ottenuto il riconoscimento dei propri diritti: con una legge del ’47 l’elettorato attivo e passivo (ci furono infatti peroniste: 23 deputate, 6 senatrici, 109 parlamentari nelle province), con l’art. 37 della nuova costituzione (nella parte riguardante la famiglia) l’uguaglianza giuridica tra i coniugi, l’assistenza alle madri e ai bambini. L’uguaglianza di diritti politici tra uomini e donne aveva comportato la nascita del Partido peronista femenino, cui spettava un terzo delle candidature giustizialiste. La prematura scomparsa di Eva Perón segnò un durissimo colpo per il popolo argentino che da allora non l’ha mai dimenticata. Il secondo mandato presidenziale di Perón terminò anticipatamente per via del golpe del ’55: egli se ne andò spontaneamente in esilio per allontanare il pericolo di una guerra civile. In quel periodo 1952-55 erano venuti a galla i contrasti tra Chiesa e peronismo: la prima cercava un proprio braccio di manovra politica in un partito democristiano a danno del Partito giustizialista, il secondo non tollerava l’ingerenza ecclesiastica negli affari pubblici. L’episcopato argentino era contrario all’annullamento della discriminazione tra i figli illegittimi e quelli legittimi. Il Parlamento approvò una legge di equiparazione, l’altra sul divorziò, la legalizzazione delle case di tolleranza e puntualizzò la separazione tra Stato e Chiesa (l’insegnamento religioso nelle scuole fu abolito). Le alte gerarchie ecclesiali argentine erano alleate dell’oligarchia: nonostante tutto ciò la Costituzione del 1949 trattava con moltissimo riguardo il Cattolicesimo (lo sosteneva, e prevedeva che il Presidente dovesse essere di religione cattolica: era stato costituzionalizzato il diritto di patronato nella presentazione dei vescovi, beneficio di cui lo Stato godeva da tempo addietro), e le encicliche sociali erano considerate dal giustizialismo spunto ideologico e movente d’azione pratica (attualmente il Partido justicialista è affiliato all’Internazionale democristiana). In politica estera l’Argentina peronista mirò infruttuosamente alla creazione di un terzo schieramento mondiale che s’incuneasse tra quelli di USA e URSS, un blocco dei Paesi latini d’Europa e d’America di cui divenir leader (nel ’46 aveva ristabilito relazione con l’Unione sovietica e durante la guerra di Corea aveva ignorato la richiesta d’invio di truppe rivoltale dagli Stati Uniti). Perón rientrò in Argentina nel 1973, quando i militari si arresero alla volontà popolare. Le dittature post-peroniste avevano dichiarato fuorilegge il Partito giustizialista, revocata la Costituzione del ’49 e riaperto il carcere di Ushuaia (chiuso nel 1947 a causa delle sue pessime condizioni) per detenervi nemici politici, inoltre (cose non fatte nel 1946-55) messo al bando il Partito comunista e reintrodotta la pena capitale. Gli Argentini vecchi e giovani non avevano abbandonato il ricordo di quella società più giusta costruita con la passione di Evita e con la guida di Perón (per un secolo fino al 1912 era esistito il voto cantado ossia l’elettore al seggio rendeva pubblicamente noto per chi votava, il governo peronista aveva mantenuto il voto segreto; il dato nazionale sulla ripartizione dei guadagni d’impresa aveva assegnato nel 1948 il 53% ai lavoratori, laddove questo si era attestato al 44,4% nel ’43). Negli anni seguiti al movimento del ’68 la terza presidenza di Perón (’73-’74, eletto con il 62% dei voti) fu condizionata dal suo pessimo segretario personale José López Rega, divenuto ministro, un anticomunista che alimentò tensioni sociali e persecuzioni politiche. Un anno dopo la morte del generale fu costretto a scappare mentr’era presidentessa María Estela Martínez (Isabelita, terza moglie di Perón, succedutagli nella carica in quanto vicepresidentessa). Del ’75 era un progetto di legge giustizialista mirante a dare ai lavoratori una forma partecipativa nella gestione delle imprese. Nel ’76 un nuovo golpe depose il governo democratico, l’ultima dittatura cadrà in seguito alla guerra delle Malvine. Il justicialismo non disprezza il comunismo. Nelle lezioni di Evita alla Scuola superiore peronista si sottolinea come Marx mettesse a fuoco problemi reali, ma anche come la via della risoluzione traumatica non fosse la più adatta e la più congeniale all’instaurazione di un regime di giustizia sociale. Dopo Isabelita i gruppi estremi della sinistra (peronisti e marxisti) furono perseguitati dalla dittatura duramente fino a essere annientati (il triste fenomeno dei desaparecidos). I Montoneros erano seguaci del peronismo che ambivano al socialismo reale e che per cercare di esercitare pressioni su Perón si spinsero fino ad atti di violenza. L’obiettività richiede che si accenni alla storia dei presunti depositi bancari svizzeri di Evita e Perón per dire che questa si è rivelata una fantastoria dato che nessuno li ha mai trovati: un’ipotesi, a questo punto, più “storica” suggerisce di vedere nella visita in Svizzera di Eva Perón, durante il suo viaggio in Europa nel ’47, lo scopo di effettuare dei controlli medici personali.



1.2. LA FONDAZIONE “EVA PERÓN” 


Nell’Argentina del passato la carica di presidentessa onoraria della Sociedad de beneficencia veniva riservata alla moglie del presidente della repubblica in carica. Quando Perón fu eletto tuttavia le dame dell’oligarchia borghese rifiutarono di concedere questo ruolo a Evita con l’ipocrita giustificazione che fosse troppo giovane e inesperta. Nel momento in cui le rifiutarono pure di nominare al suo posto la madre, poiché le motivazioni reali di tutto ciò stavano nel disprezzo, la Società fu chiusa con atto governativo il 6 settembre 1946. Potrebbe sembrare che questa misura di scioglimento sia unicamente un atto di vendetta, sennonché la pessima gestione di questa organizzazione, che controllava molte strutture ospedaliere, era già emersa nel 1939: tutti i dipendenti venivano sfruttati con pesanti turni lavorativi e sottopagati, nelle case-scuola (più simili a delle prigioni) anche i bambini erano costretti a lavorare e persino a mendicare, solamente il 5% dei fondi raccolti andava a sostegno dell’assistenza (tutto il resto concerneva spese di gestione). La sua opportuna soppressione diede spazio al riordino, non fu il caso di Evita nella sostanza a determinarne la fine. La Fundación María Eva Duarte de Perón fu istituita a metà del 1948, sempre con atto governativo (a fine 1950 sarà ridenominata Fundación Eva Perón). Al termine del 1947 operava però già la Cruzada de ayuda social María Eva Duarte de Peróncon azioni poi proprie della Fundación. La precedente Società di beneficenzanon andava al di là del finanziamento di istituti preesistenti. Evita invece si preoccupò di intervenire con la creazione di opere anche in tutti quei campi che il settore pubblico non riusciva con facilità a tutelare. Dedicava periodicamente molte e intense ore a incontrare personalmente nella sede del Ministero del lavoro i bisognosi che si recavano a porle richieste d’aiuto. In un suo discorso chiarì che la Fundación «fue creada para cubrir lagunas en la organización nacional, porque en todo el país donde se realiza una obra, siempre hay lagunas que cubrir y para ello se debe estar pronto para realizar una acción rápida, directa y eficaz». Il denaro della Fundación, che non passava dalle sue mani, proveniva da spontanee contribuzioni di privati o enti pubblici, o dal gettito di misure ad hoc. Tra il ’50 e il ’53 furono scelte queste fonti:
  • aumento del 3% del biglietto d’ingresso all’ippodromo di Buenos Aires e tributo addizionale del 3% sulle scommesse;
  • trattenute degli stipendi del primo maggio e del 12 ottobre, e del 2% delle tredicesime;
  • l’intero gettito delle multe sui giochi d’azzardo;
  • deduzioni da miglioramenti salariali ai pubblici dipendenti; nelle vertenze di lavoro tra soggetti privati risolte da Evita c’era l’usanza di offrire una percentuale di qualche mensilità;
  • il 50% dell’avanzo utile prodotto dalle assicurazioni per le manifestazioni sportive.
Si rivela dunque falsa l’accusa che vorrebbe le opere sostenute con modi estortivi. Le imprese private contribuivano spontaneamente senza sollecitazioni o per ringraziamento o per l’ottenimento del credito bancario presso l’Istituto argentino di promozione industriale che Evita poteva rendere più facile. Eva Perón non era Eva Kant: una commissione d’inchiesta della prima dittatura post-peronista accertò che i presunti fatti di estorsione e corruzione erano totalmente irreali e che tutto si era svolto nel rispetto della legalità. Il fatto che lo Stato mettesse a disposizione della Fundación risorse economiche, materiali e umane suscitò a suo tempo la reazione dell’opposizione parlamentare antiperonista, i cui esponenti nulla avevano obiettato negli anni antecedenti riguardo ai cospicui finanziamenti pubblici elargiti alla Sociedad de beneficencia. Beneficiarono della straordinaria attività assistenziale diretta da Evita pure decine di paesi stranieri, cui furono forniti vestiti, alimenti e farmaci. In seguito al colpo di Stato del 1955 che depose Perón il positivo complesso di ciò che era stato prodotto dalla Fundación o fu destinato a improprio e pessimo utilizzo o peggio ancora radicalmente cancellato. Questo un elenco non esaustivo di quanto attuato:
  • ogni anno venivano distribuite enormi quantità di macchine per cucire, capi di vestiario, alimenti, libri, biciclette e giocattoli;
  • 181 punti per la vendita di prodotti di prima necessità a prezzi ridotti furono creati per sostenere le famiglie più bisognose;
  • più di 13.000 donne trovarono un’occupazione;
  • quasi 2.400 furono gli alloggiati nelle case per anziani abbandonati (ne furono aperte 6);
  • più di 16.000 bambini furono ospitati nelle case-scuola (20 comprese quelle in costruzione, dislocate in 16 province con una capacità di più di 25.000 posti);
  • un’opera di monitoraggio medico-sanitario era rivolta a tutti i giovani che partecipavano agli annuali concorsi nazionali sportivi (nel 1949 furono 120.000);
  • la Casa dell’impiegata a Buenos Aires, un edificio di 11 piani di cui 9 dormitori, forniva alloggio a tutte le lavoratrici bonaerensi senza dimora, con basso reddito e senza riferimenti familiari in città; aveva una capienza per 500 donne e offriva un servizio di mensa quotidiana per 1.500 coperti accessibile a tutti e a costi ridotti presso cui Evita aveva l’abitudine di cenare con i suoi collaboratori;
  • poco più di 16.000 persone furono ospitate nelle 3 case di alloggio temporaneo in attesa di ricevere un’abitazione; la Fundación fece costruire case assegnate a decine di migliaia di famiglie (a poco più di 20.000 tra queste che emigrate si trovavano a Buenos Aires senza redditi era stato consentito nel 1948-50 di ritornare nella provincia d’origine ottenendo un’abitazione e un’occupazione);
  • 21 ospedali, distribuiti in 11 province, di cui 4 a Buenos Aires (avevano disponibilità di quasi 23.000 posti letto); altre 3 strutture specifiche erano riservate ai bimbi e una agli ustionati; il completamento di due ospedali, tra cui quello dei bambini a Buenos Aires, fu sospeso dopo la caduta di Perón;
  • furono edificati un migliaio di scuole e diverse colonie turistiche nel 1948-50;
  • un milione e mezzo di bottiglie di sidro e di pan dolce venivano donati annualmente per Natale ai meno abbienti.
L’architettura e l’arredo delle opere della Fundación erano di altissimo pregio e riflettevano il più autentico spirito di fratellanza umana. I servizi offerti erano gratuiti e di ottimo livello. Era costante un’efficace assistenza socio-sanitaria rivolta ai soggetti svantaggiati tutelati. I bambini più disagiati avevano la possibilità di raggiungere gli studi universitari passando per gradi attraverso le accoglienti e confortevoli case-scuola, città di studio e città universitarie. La Ciudad infantil Amanda Allen, intitolata a un’infermiera argentina della Fundación scomparsa in una sciagura aerea durante l’intervento di soccorso alle vittime di un terremoto in Ecuador, accoglieva a Buenos Aires soggetti emarginati tra i 2 e i 7 anni. Il progetto di recupero seguiva il pensiero della pedagogista italiana Maria Montessori. La Ciudad, che accudiva alcune centinaia di bimbi, fu chiusa dai militari golpisti nel 1955, e la sua connessa città per piccoli, divenuta quindi parco per benestanti, fu demolita nel ’64 per lasciare spazio a un parcheggio. Nelle case-scuola un gruppo di assistenti sociali curava i rapporti con le famiglie di provenienza dei bambini (che avevano un’età compresa tra 4 e 10 anni). Era desiderio di Evita che costoro non perdessero i loro rapporti con l’esterno a seconda della propria forma di soggiorno nell’istituto (in alcuni casi venivano affidati a dei tutori). L’abbigliamento, che era di qualità, veniva rinnovato ogni sei mesi e poi distrutto. L’istruzione era curata attentamente anche con aggiuntivo insegnamento di sostegno, e per le bambine c’erano inoltre corsi integrativi che potevano riguardare l’arte, la musica, il ballo, la cucina e la cucitura. Anche alle ragazze era prospettata la prosecuzione degli studi all’università nella Ciudad universitaria di Cordova da inaugurarsi secondo le previsioni nel 1956, ma il completamento suo e di quella di Mendoza dopo Perón fu bloccato dalla dittatura: la prima avrebbe potuto ospitare 400 studenti argentini e 150 stranieri. Sulla stessa falsariga non si giunse neanche a ultimare la ciudad estudiantil femminile, infatti le ragazze seguivano provvisoriamente l’istruzione secondaria permanendo nella casa-scuola. Furono costruite 3 ciudades estudiantiles a Buenos Aires, Cordova e Mendoza per gli studenti provenienti da fuori. Alla Fundación si doveva altresì la mensa universitaria di La Plata in provincia di Buenos Aires. Il nuovo governo golpista del ’55 sciolse la Fundación e chiuse le sue istituzioni. Il suo capitale fu in parte rubato e le sue sostanze materiali illecitamente sottratte. I servizi e l’assistenza precedenti furono giudicati fuori luogo, eccessivi e persino lussuosi. I mobili di tutte le strutture, e i regali ricevuti da Evita nel suo viaggio in Europa, che in queste si trovavano, posti come abbellimento, furono rimossi. Si distrussero flaconi per la raccolta del sangue, lenzuola e coperte perché recavano l’etichetta Fundación Eva Perón, i polmoni d’acciaio finirono sotto sequestro per lo stesso motivo. Qualche altro esempio del destino che i militari e gli antiperonisti riservarono ai frutti dell’amorevole impegno di Evita per la difesa delle categorie sociali disagiate: un ospedale per i bambini fu trasformato in un hotel-casinò e la ciudad estudiantil di Buenos Aires fu addirittura adibita a luogo di reclusione di componenti del governo peronista. Dopo parecchi studenti ebbero l’opportunità di proseguire a studiare fuori dell’Argentina con borse di studio estere grazie alla qualità del percorso formativo svolto che era stato all’avanguardia e supportato di tutto ciò che occorresse (vestiario, libri, attrezzature scolastiche, e così via). Quanto accaduto in una casa-scuola convertita in centro di collocamento lavorativo è emblematico. Le bambine, cui era stata tolta la possibilità di apprendere per andare a lavorare nelle abitazioni dei borghesi, protestarono dal cortile gridando: «Queremos que vuelva Perón!!!». Evita era scomparsa nel 1952, ma sino alla fine la sua fondazione aveva lavorato, pur avendo perso lo slancio dato dalla propria animatrice, per rimuovere il disagio sociale.



2.1. CANTI DEL GIUSTIZIALISMO
“EVITA CAPITANA” E “LA MARCIA PERONISTA”




2.2. “A PRANZO CON EVITA”
CANZONE DEL QUARTETTO CETRA